Mitata

El pueblo de Mitata está situado en el interior de Citera, en la zona centro-este. Está construido en el borde de una meseta y frente a ello se extiende un valle verdísimo con muchos jardines escalonados que se riegan del agua corriente de las fuentes. La vista es fantástica delante del valle, con el barranco de Tsákonas apareciendo desde el oeste. Enfrente de Mitata está Viarádika. Un orgasmo de vegetación densa crea un paisaje único. Antes, en los huertos del valle, se cultivaban hortalizas conocidas y árboles frutales. En Mitata se planta la variedad única de manzana-melocotón, conocida como “tetas de Afrodita”. El terreno de Mitata en muchos puntos es arenal y en ello hay muchas conchas petrificadas. Es sabido que Citera surgieron del mar; aquel entonces esta área componía el fondo del mar. Mitata se llamaron así porque en el pasado se mantenían allí muchos corrales-mitata, es decir queseros, sitios donde se fabricaba queso. Los pastores acorralaban su ganado en las cuevas que había en abundancia en la zona. Hoy en día se puede visitar el barranco –que es accesible- donde hay molinos de agua, lagunas pequeñas, agua corriente y también se puede ir a las cuevas y a iglesias donde se conservan extraordinarios frescos. Panagía i Spiliótisa, “Mavri Spilea” y “El perro y el gato” son los sitios más dignos de ver. Pregunten a los nativos para que les orienten. La fuente del pueblo se sitúa hacia el barranco. Allí se puede reposar y merendar. Se puede ver estanques donde hasta hoy en día las amas de casa lavan sus mantas y sábanas. Los habitantes se dedican a la agricultura, mientras el pueblo dispone de alojamientos muy buenos. Mitata es conocido también por la Feria del Vino, que se celebra cada verano, en agosto. La asociación “Mirtiá” que organiza la feria es de las más activas de la isla.